Los servicios más comunes de una Smart City son todos aquellos servicios municipales que se pueden controlar remotamente para mejorar su gestión. Los servicios que se suelen contemplar son los siguientes:
Gestión del agua
En España el abastecimiento y saneamiento del agua de un municipio se hace de 3 maneras diferentes. Puede ser:
- Pública, a través del Ayuntamiento, de la Diputación provincial o de una empresa municipal como por ejemplo Canal Isabel II en Madrid, Emasesa en Sevilla o el Consorcio de Aguas de Bilbao.
- Mixta con la participación mayoritaria de un ente público como el Ayuntamiento y de una empresa privada. Un ejemplo sería Somajasa en Jáen que está constituida por la Diputación provincial y Acciona.
- Por concesión a una empresa privada con Veolia (que posee Agbar, Aguas de Barcelona), Acciona y Aqualia como empresas más importantes del sector. Son empresas privadas que gestionan el ciclo completo del agua desde su captación, pasando por su distribución y reciclaje.
Los servicios más comunes de una ciudad inteligente que están relacionados con la gestión del agua son:
- Lectura remota de los contadores del agua («Smart Water«). Consiste en controlar remotamente el consumo de los contadores añadiendo un módulo de comunicación LoRaWAN o NB-IoT encima del contador existente o que los nuevos contadores incorporen ya esa función de lectura remota.
- Detección de fugas y mantenimiento («Smart Grid«) que consiste en controlar remotamente la infraestructura de la red de abastecimiento y saneamiento del agua para optimizar su uso.
- Gestión de regadíos y de parques y jardines municipales («Smart Irrigation«) para accionar remotamente válvulas de riego en parcelas agrícolas o en parques y jardines de la ciudad.
Gestión de residuos
La gestión de residuos es otro de los servicios municipales estrella. Consiste básicamente en detectar el rellenado de un contenedor con un sensor instalado directamente en el contenedor de basura o la papelera.
Se puede entonces gestionar y optimizar la recogida de basura por parte de la flota de camiones. Una posibilidad es el control del reciclaje con identificadores (RFID o códigos de barra) en las bolsas de basura o en los contenedores.
Gestión del alumbramiento público
La gestión remota del alumbramiento permite el ahorro de energía. También se puede combinar el control remoto del alumbramiento con soluciones de energía solar que cargan baterías durante el día para liberar la energía en forma de luz por la noche.
Gestión de aparcamientos
La detección de un vehículo en un aparcamiento se realiza mediante un sensor incrustado en el suelo.
Es un sensor autónomo cuya alimentación eléctrica es una batería de larga duración. La gestión de los emplazamientos se realiza con una luz que indica que la plaza está libre. En el ámbito municipal se puede aplicar para la gestión de los emplazamientos para minusválidos.
Edificios inteligentes
Las aplicaciones más comunes de los edificios inteligentes en una Smart City consiste en sensores que miden la calidad del aire, la temperatura y la humedad. La medición del CO2 por ejemplo es un indicador indirecto para la ventilación de las aulas en las escuelas de un municipio.
El transporte urbano autónomo
El surgimiento del 5G permite el desarrollo de la conducción automática en entornos urbanos. Con una red municipal desplegada se puede retroalimentar a los vehículos del transporte urbano con información en tiempo real del tráfico. Se puede por ejemplo realizar la detección automática de un transuante en un paso de cebra para frenar automáticamente a un autobus municipal de transporte público.
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